Pero parece claro que para
Mariano Rajoy se trata de poner a todos sus ministros a trabajar en lo que le
importa a la “gente normal”. Ya se lo reprochó en el 2007 al presidente Zapatero que se preocupara por
cosas que afectan a "gente normal", y le preguntó en un debate
televisivo: "¿A quién le importa eso de la memoria histórica?”.
En el año 2008, en la clausura del
Campus FAES insistía en que la ley del
aborto, regular la muerte digna y profundizar en la laicidad, son temas que “nadie
reclama”. El gobierno se estaba
dedicando a aprobar leyes que "no sirven al interés general" y
"olvidando las verdaderas prioridades de los españoles ocupándose de lo que “no importa a nadie”.
Así que como ahora el que manda
es él, se ha puesto a reparar entuertos a toda máquina y con alegría. Así en el
primer año de mandato ha llevado a cabo una reforma laboral que limita los derechos de todos los
trabajadores, una reforma educativa que incluye la financiación de centros que
impartan educación diferenciada por sexos, la prohibición del aborto en casos de malformaciones, una reforma judicial que incluya la prisión
permanente revisable (algo parecido a la cadena perpetua) y considera delito la
resistencia pasiva (o sea, sentarse en el suelo en una manifestación) y tasas
para el acceso a la justicia, el copago
farmacéutico, la reducción de la dependencia,…
Tengo claro que se han hecho más
esfuerzos en defender un modelo social conservador que en profundizar en lo que
necesita “la gente” en general, ya que a
los que les interesan otros temas yo los considero “normales” también. Porque
si no son normales, ¿entonces qué son?
Ha habido dos huelgas generales
en un año y multitud de manifestaciones en las que yo he visto mucha gente
normal.
Por otra parte como muestra de lo
que piensan nuestros responsables de la
situación vemos que Gallardón, sobre la ilegalización del aborto en caso de
malformaciones, lo defiende diciendo “el derecho por excelencia de la mujer es el
de la maternidad” y que “defiende los derechos de los discapacitados”. Fátima
Báñez sobre las pensiones dice que “los
pensionistas valoran positivamente que no se revaloricen sus pensiones”.
Cristina Cifuentes opina que hay que “Modular
el derecho de manifestación”. Isabel
Carrasco afirma “los ciudadanos están
encantados con el copago farmacéutico”. Wert “hay que españolizar a los catalanes”.
A mí que alguien me explique
quien es normal.